La crisis económica y bursátil ha pasado factura a los resultados de Mutua Madrileña, cuyo beneficio ha disminuido un 60% hasta septiembre. Al fuerte descenso de las ventas de automóviles nuevos, lo que se ha traducido en menores ingresos por primas en su principal ramo asegurador, se suman las elevadas dotaciones que ha efectuado la compañía por sus inversiones en renta variable y, en concreto, por su presencia en Sacyr y Repsol –posee un 5% y un 2%, respectivamente–, valores que acumulan importantes pérdidas en bolsa.
Aunque el presidente de Mutua Madrileña, Ignacio Garralda, puso en revisión a principios de año, tras su nombramiento, la estrategia desarrollada por la anterior presidencia, con especial énfasis en el adelgazamiento de sus inversiones bursátiles, el giro no llegó a tiempo en estas dos participadas, por la razón de que ya en ese momento acumulaba en ellas significativas minusvalías latentes. Si entonces no era un buen momento para vender, aún menos lo es ahora, cuando las pérdidas potenciales rondan los 600 millones de euros. Dadas las circunstancias, parece que lo más razonable es aguantar esas participaciones en espera de una eventual recuperación de las cotizaciones.
Publicado el 11-11-08 , por el periódico Expansión
miércoles, 12 de noviembre de 2008
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